El coaching es una metodología que permite el máximo desarrollo personal y profesional de los individuos e influye en la transformación de éstos, provocando cambios de perspectiva, aumentando la motivación, el compromiso y la responsabilidad, y como no, el aprendizaje.
Por tanto, el coaching promueve cambios cognitivos, emocionales y conductuales que amplían la capacidad de acción de la persona.
El coaching educativo no se basa en la instrucción directiva por parte del coach, sino que ayuda a crear las condiciones apropiadas para aprender y crecer
El coaching educativo permite crear las condiciones propicias para aprender y crecer. Es una metodología experiencial, en la que los coachees llegan a soluciones a través de su propia autorreflexión. El coaching deja atrás las barreras que pueden imponer las creencias limitantes y los individuos que lo prueban conectan con el aquí y el ahora de manera que se convierten en más resolutivos y creativos.
El coaching se centra en un diálogo (llamado el método socrático) entre coach y coachee que permite el desarrollo de habilidades específicas.
Pero la relación entre el coach y coachee, no es una relación de experto, es decir, que el coach no está por encima del coachee. Sino que la relación se encuentra en el mismo nivel, y el coach facilita las estrategias para el autoaprendizaje de uno mismo. El coach es una acompañante en este proceso educativo.
¿Cómo se benefician los coachees?
Una de las claves del coaching educativo es que tiene la finalidad de buscar la mejora del rendimiento de manera individual, teniendo en cuenta las habilidades y los puntos fuertes del coachee, aumentando enormemente su potencial y creatividad.
El coaching educativo incide en la individualidad de las personas, en el potencial cada uno.
