La inteligencia emocional en los niños y adolescentes
La niñez y la adolescencia son las primeras etapas de aprendizaje en la vida. En estas etapas la educación tradicional suele centrarse en bombardear al niño con conocimientos académicos pasando por alto un aspecto que le será de mucha más utilidad en el futuro, como es la gestión de las emociones.
La inteligencia emocional consiste en aprender a relacionarte con tus emociones y las de los demás, de manera que éstas no se conviertan en una fuente de conflictos.
El coaching educativo puede ser la herramienta para conseguir que niños y adolescentes empiecen a tener conciencia de qué son las emociones, como controlarlas, y como enfrentarse a la vida con un espíritu positivo.
En esta etapa en la que se forja la personalidad, trabajar junto con las familias en desarrollar la inteligencia emocional va a tener un impacto significativo en su autoconfianza y capacidad para decidir.
El trabajo que se desarrolle de forma sostenida en el tiempo mediante el coaching educativo va a permitir a estos jóvenes ser capaces de entender cómo se sienten en cada momento y por qué, lo que les permitirá tomar decisiones mucho más ponderadas y no basadas en un estado de ánimo puntual.
El resultado serán personas con más seguridad y autoestima, más equilibradas, responsables y empáticas, cualidades todas ellas que les proporcionarán una importante ventaja en todos los ámbitos de la vida.
El coaching educativo, por tanto, no solo puede aplicarse al ámbito académico, sino que también puede aportar importantes beneficios en el desarrollo de su personalidad.